Banana Joe falleció en abril. Ha estado conmigo desde 2002. En ese momento yo tenía 16 años. No se veía a Banana Joe muy a menudo, conservó su naturaleza salvaje hasta el final. Si tenías que agarrarlo, a menudo respondía con un mordisco y un fuerte crujido. Me gustaba mucho su naturaleza incorruptible. Aún más enriquecedores eran los momentos en que se mostraba, o cuando se podía escuchar por la cola que vibraba fuertemente que estaba presentando sus ventajas especiales a una hembra. En 2017, fue padre de cinco niñas. Su hija Nameless todavía vive conmigo, los otros "Banana Shakes" encontraron nuevos dueños. Al igual que su padre, Nameless es un animal bastante tímido y es un hermoso recuerdo vivo. Realmente hubiera deseado que Banana Joe se quedara conmigo muchos años más, pero ha alcanzado una buena edad y estoy agradecido por el tiempo juntos.