🌞 Siempre he sido fan del sol. Me pone de buen humor y me gusta más cuando estoy bronceado. Especialmente me encanta la combinación de piel morena y cabello rubio.

Pero por supuesto, también hay que ser consciente de los peligros. Cuando la radiación UV golpea la piel, daña directamente el ADN en el núcleo de la célula. Esto puede llevar a mutaciones y, por lo tanto, al cáncer de piel. La energía en la radiación UV también hace que algunas moléculas tengan un electrón desapareado. Estos radicales libres buscan su electrón faltante en su entorno y pueden causar así una reacción en cadena de daños.

La forma más efectiva de protegerse es evitar el sol y aplicar protector solar.

También puedes influir en la protección celular a través de la dieta y una actitud positiva hacia la vida. El ADN dañado se repara cuando los telómeros (los extremos protectores de los cromosomas) reconstruyen las secciones dañadas. La eficacia de esto depende, entre otras cosas, de la longitud de los telómeros, que se acorta con el tiempo. La enzima telomerasa juega un papel importante porque puede reparar e incluso alargar los telómeros. La telomerasa se puede activar a través de una dieta que contenga espermidina (por ejemplo, nueces, granos, legumbres).

Los antioxidantes como la vitamina C, E y los polifenoles (por ejemplo, muchos pigmentos vegetales) ayudan a combatir los radicales libres. La mejor manera de llevar estos antioxidantes a las células es aumentar su biodisponibilidad. Otras sustancias vegetales como la piperina, quercetina y apigenina aumentan la permeabilidad celular y permiten así un mejor desarrollo de los efectos positivos. Es importante tener en cuenta aquí si estás considerando suplementarte mucho con antioxidantes: demasiados antioxidantes tampoco son saludables porque reducen el estrés oxidativo, que es necesario para muchos procesos celulares.

También es útil prestar atención a la proporción óptima de ácidos grasos y en particular consumir cantidades suficientes de ácidos grasos omega-3, que son tan valiosos para la piel.

La actitud personal hacia la vida está muy subestimada pero, según estudios actuales, también tiene una gran influencia en el envejecimiento celular. Se ha demostrado que nuestra edad celular no es constante, sino que se rejuvenece con un estado de ánimo optimista.