Como testigo del tiempo y su transformación implacable, el joven roble se aferra a sus hojas. En su marcescencia reside la belleza tanto de soltar como de aferrarse, un recordatorio de que lo antiguo permanece arraigado en nosotros mientras abrazamos valientemente nuevos caminos de crecimiento. 🍂✨️🌿
La mayoría de los árboles arrojan sus hojas marchitas al inicio del período de dormancia. Sin embargo, algunas especies retienen sus hojas marchitas hasta el final del período de dormancia, un fenómeno conocido como marcescencia. Este rasgo es típico de los robles jóvenes, mientras que su ocurrencia en robles más viejos depende de la especie.
Las razones evolutivas de la marcescencia no están claras. Las hojas duras y pobres en nutrientes probablemente sirven para proteger los brotes aún delicados de ser consumidos. Además, el ruido fuerte que producen puede actuar como un disuasivo. El momento en que se desprenden las hojas también afecta cuándo los nutrientes esenciales se vuelven accesibles a través de la descomposición. Los suelos secos tienden a retener la humedad de manera más efectiva. Los robles, en particular, muestran una adaptación notable a suelos secos y pobres en nutrientes.
Especies en este post:
Roble común
Quercus robur
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Esta publicación es parte de la performance artística The Happening en Instagram.
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Este artículo fue creado por Frederic Hilpert
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