🌿 La sobrecarga sensorial puede afectar a cualquiera cuando se ve abrumado por muchos tipos de estímulos, como sonidos, detalles visuales o sensaciones táctiles. Para mí, como persona con TDAH, esta sensibilidad es particularmente fuerte. Mi capacidad para filtrar las distracciones y concentrarme en lo que es importante a menudo es limitada, lo que empeora los efectos de la sobrecarga sensorial.

A menudo me encuentro en situaciones que parecen completamente normales para los demás, pero que para mí son abrumadoras. Los hábitos y expectativas de quienes me rodean frecuentemente chocan con mis propios desafíos y necesidades. Además, a menudo existen prejuicios, falta de empatía y una reticencia a comprender mi perspectiva y realidad.

Haría una gran diferencia si hubiera más disposición a reconocer y entender mi punto de vista.

Algunos podrían decir que no importa lo que piensen los demás, pero pasan por alto el hecho de que estas actitudes impactan directamente en mi calidad de vida y en las oportunidades que tengo disponibles. Hago lo mejor que puedo para aprovechar lo que la vida ofrece y satisfacer mis necesidades. Acepto que ciertas áreas pueden estar cerradas para mí porque tengo que hacerlo, no porque crea que es justo o bueno. Algunas cosas son como el clima, porque realmente no puedes controlarlas y tienes que aprender a bailar bajo la lluvia.