Para alguien con TDAH, es difícil hablar públicamente sobre el tema cuando se siente sistemáticamente en desventaja. Pero precisamente quienes están afectados pueden ofrecer una verdadera visión, mientras que los medios en su mayoría difunden estereotipos e imágenes idealizadas. Me he dado cuenta de lo populares que se han vuelto las respuestas excesivamente simples, acompañadas de una agresividad que no deja espacio para matices. Me he dado cuenta de que mucho de lo que parece útil a primera vista resulta ser lo contrario.

Estamos hablando de eslóganes que reducen comportamientos negativos a rasgos de personalidad “malvados”. Muchas personas parecen vivir en un mundo lleno de llamados narcisistas y falta de respeto. Pero la mayoría de las personas etiquetadas como “narcisistas” no lo son en absoluto. A menudo, es la persona que hace estas acusaciones la que muestra un pensamiento egocéntrico y una comprensión limitada. La gente aplaude rápidamente cuando ciertas figuras simplifican el comportamiento con palabras atrevidas y claras. “La gente no cambia. Si tu pareja te miente, es una falta de respeto” — qué declaración. Si solo el mundo fuera tan simple.

Cuando te basas en tus propias suposiciones sobre los motivos de otra persona, penetras en su intimidad sin mostrar comprensión; en cambio, te sitúas por encima de esa persona y del conflicto.

Los seres humanos no están aquí para cumplir con las expectativas personales de los demás; siempre hay un contexto mayor. La comunicación no se trata de obligar a las personas a encajar en cajas. Las personas no son balones de fútbol que puedas patear al gol de tu percepción; son seres complejos, llenos de defectos, miedos y errores. Me doy cuenta de este circo mal matizado y altamente polarizado.

Lo que quiero decir es esto: la búsqueda de respuestas simples y de villanos claramente definidos pierde completamente el sentido. Los seres humanos, especialmente aquellos con TDAH u otros desafíos, no encajan perfectamente en categorías de blanco y negro. Mientras sigamos cayendo en estas simplificaciones baratas, impedimos una comprensión real y profundizamos la división.

“Desarrollo interno”

Aquí se fusionan la intención artística y las influencias inesperadas. Esta obra, originalmente concebida como una impresión de un pie descalzo en pintura seca y agrietada, tomó un giro fascinante.

Una vibrante paleta de tonos verdes y amarillos, impregnada de rastros de naturaleza. No fue mi mano, sino escarabajos los que encontraron su camino inadvertidamente y dejaron su marca aquí. La visión original ha sido reinterpretada por la naturaleza, y el daño de los escarabajos es ahora un poderoso símbolo de cambio e imprevisibilidad.

En esta colaboración inesperada encuentro una metáfora orgánica para la metamorfosis y el cambio. Los rastros de la metamorfosis del escarabajo, como simbolismo no intencionado, cuentan una historia de transformación y el implacable paso del tiempo. El arte y la naturaleza se fusionan en una única fusión estética de creatividad planificada e influencias espontáneas.

Conscientemente decidí no usar la huella original para preservar las marcas de los escarabajos. Esto no fue una derrota, sino una elección que intensificó el diálogo entre el arte y el azar. La obra se convierte así en un testimonio atemporal de la belleza que surge de la simbiosis de la creatividad humana y el poder de la naturaleza.

En ‘Desarrollo interno’ vemos cómo el proceso creativo va más allá de los límites de la intención. Los elementos no planeados no son errores, sino fuentes de inspiración. Este trabajo te invita a descubrir la belleza en lo inesperado y experimentar el poder transformador del arte.

La pintura es una tempera de huevo de 20cm x 20cm sobre lienzo. Los escarabajos son gorgojos del pan (Stegobium paniceum). Estos han pasado por todas las etapas de desarrollo dentro de la pintura seca. Los recogí y limpié la pintura. Luego fue desinfectada en el horno y preparada con barniz de aceite de linaza. Lo que queda es un paisaje detallado que cuenta una colorida historia de vida.